Una nueva modalidad de malware comienza a crear problemas a través de las redes publicitarias digitales.
Primero fue el "ransomware" el que amenazaba con secuestrar el contenido del ordenador del usuario para después obligarle a pagar un rescate por él a cambio de no perder datos sensibles. Ahora, esta estrategia de ciberdelincuencia se ha vuelto más agresiva. El nuevo software malicioso se llama "extortionware" y ha mudado desde las páginas de contenido sexual a las redes publicitarias generalistas. De este modo, ya no es necesario estar visionando contenido pornográfico para que salte una petición de actualizar el Flash Player (programa ejecutor de vídeos) que oculta en realidad la activación de un virus. Cualquier persona en cualquier página puede caer en el "extortionware", como se explica en este artículo, donde también se señala cómo actuar en estos casos.
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