El plan de la Comisión se basa en un proyecto de directiva para frenar la ingeniería fiscal de las multinacionales y otro que permitirá a las autoridades nacionales intercambiarse información sobre las actividades que cada empresa desarrolla país por país. Bruselas también ha aprobado una Recomendación con instrucciones para evitar los abusos fiscales en los tratados internacionales y la creación de una “lista negra” de países terceros contra los que se podrán adoptar represalias por ofrecer facilidades para la fuga de impuestos de Europa.
“Miles de millones de euros se pierden cada año como consecuencia de la elusión fiscal”, ha señalado el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, uno de los impulsores de la iniciativa. El comisario francés ha subrayado que “ese dinero podría utilizarse para servicios públicos como escuelas y hospitales o para estimular el crecimiento y la creación de empleo”.
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