La operación cuenta con el aval de la Generalitat y el apoyo del Banco de España | La entidad sería la octava del sector con unos activos de 33.000 millones | La fusión mantendría las obras sociales diferenciadas para las cuatro entidades
Las cajas de ahorros de Sabadell, Terrassa y Manlleu negocian su fusión, a la que eventualmente se sumaría también Caixa Manresa, en una operación que daría lugar a la octava entidad de ahorros española en el ranking (las cuatro sumadas contarían con unos activos superiores a los 33.400 millones de euros a datos de diciembre del 2008). Las conversaciones, que se encuentran en una fase muy avanzada, se iniciaron hace ahora dos meses y cuentan con el aval del Departament d´Economia de la Generalitat -que dirige Antoni Castells- y del Banco de España. Los contactos, que hasta ahora se han mantenido al más alto nivel en las entidades, culminarán en los próximos días, cuando el proyecto sea presentado de forma oficial al Banco de España.
Para vencer el principal escollo a este tipo de operaciones en Catalunya, esto es, las reticencias a la integración que puedan plantear las instituciones y administraciones representadas en los respectivos órganos de gobierno de las entidades, en la fusión se prevé el mantenimiento de las respectivas obras sociales, cuyas inversiones serían, en cada caso, determinadas por un consejo asesor delegado por el consejo de administración a tal efecto. Solamente este año, las cuatro cajas disponen de un presupuesto para obra social de 29,6 millones de euros.
La mayor parte de las cajas de ahorros catalanas mantienen contactos para sondear posibles integraciones desde que el Ministerio de Economía anunció la intervención de la Caja Castilla La Mancha (CCM) a finales de marzo. Sin embargo, la posterior intervención del presidente de la Generalitat, José Montilla, en el Parlament de Catalunya, el 20 de mayo, donde reclamó el inicio de un proceso de fusiones que preservara la salud del sector, permitió acelerar un proceso que de forma incipiente se había iniciado meses antes.
De las cuatro entidades que participan en las negociaciones, la de mayor dimensión es Caixa Sabadell, que cuenta con unos activos de 12.381 millones de euros. Está dirigida por Jordi Mestre y presidida por Salvador Soley. Comparte con Caixa Terrassa una importante implantación en la comarca del Vallès. Caixa Terrassa está presidida por Jaume Ribera y tiene como director general a Enric Mata, gestor que se distinguió, ya en la década de los 90 como impulsor de fusiones en el sector (véase el recuadro). Caixa Manlleu, por su parte, es la más pequeña de las entidades implicadas en el proceso, cuenta con unos activos de 2.630 millones de euros y una implantación centrada en Osona, Vallès Oriental y el Barcelonès (véase el gráfico). Sería la más complementaria en términos de la red de oficinas.
Está presidida por Joan Contijoch. y dirigida por Dídac Herrero.
Finalmente, Caixa Manresa cuenta con unos activos de 6.595 millones de euros. Está entre las más eficientes del conjunto de las cajas de ahorros españolas. Sin embargo, la entidad que dirige Feliu Formosa deshoja todavía la margarita. Se da el caso de que la operación ha sorprendido a la entidad en pleno traspaso de poderes en la presidencia, al abandonar la entidad Valentí Roqueta y ser sustituido en el cargo por Manel Rosell.
Los fallidos precedentes de 1978 y 1993
El proyecto de integración de las cuatro cajas catalanas medianas no es nuevo en el panorama financiero. En 1978 dos de las implicadas ahora - Sabadell y Terrassa-y una desaparecida - Barcelona-intentaron la Unión de Cajas de Ahorro Catalanas. Aquella iniciativa estaba abierta a la incorporación de otras entidades comarcales.
Al final quedó en agua de borrajas. Quince años después, Terrassa volvió a intentar algo parecido. Esta vez los compañeros de viajes fueron Manresa -como ahora-, Penedès y Tarragona. Las cuatro iniciaron conversaciones para integrarse en un holding que agruparía los servicios centrales y que al mismo tiempo permitiría conservar la identidad de cada una de las entidades.
En aquel proyecto uno de los principales impulsores fue Enric Mata, que ya era director general de Caixa Terrassa, cargo que mantiene en la actualidad. Nuevamente y como ya sucedió en 1978 la operación no pudo materializarse y todas las implicadas mantuvieron su independencia. Hasta hoy.
FUENTE: LA VANGUARDIA
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