Los expertos recomiendan no superar un porcentaje de endeudamiento superior al 40% de la renta
En épocas de bonanza la ratio no se ha respetado y se ha prestado con niveles muy por encima a cambio de otras garantías
¿El límite idóneo?
Los dos factores que hacen variar la idoneidad de la ratio 35%-40% de la renta: el volumen de ingresos de una familia y la subida del precio del dinero.
· Volumen de ingresos
El nivel de deuda medio con el que puede vivir una persona o familia se estima, pues, entre el 35% y el 40%. Pero, no puede hablarse en términos generales, ya que el porcentaje de endeudamiento idóneo depende de numerosos factores.
Por ejemplo un mileurista con el 70% de su sueldo endeudado difícilmente podría sobrevivir con los 300 euros restantes: comer, vestirse, o pagar el abono transporte le resultaría imposible. Por el contrario, una familia con un nivel de ingresos superior a 4.000 euros podría soportar ese mismo nivel de endeudamiento y disponer aún de 1.200 euros para gastarlos a su antojo.
· La subida del precio del dinero
La subida en el precio del dinero es un factor de riesgo importante, pero que no suele ser objeto de consideración por parte del consumidor. Y es, precisamente, lo que ha sucedido, ya que la inflación desencadenada por la crisis mundial ha generado un incremento imparable en el tipo de interés. Esta subida en el precio del dinero ha supuesto, a su vez, un aumento en las cuotas mensuales adeudadas por los particulares a su entidad financiera; es decir, que "pagar las deudas hoy resulta mucho más caro".
Antes de que los efectos de la crisis modificaran las circunstancias económicas en España, las entidades bancarias se permitían asumir ciertos niveles de riesgo porque la buena marcha de la economía así lo permitía y el precio del dinero era bajo, de tal modo que cuando concedían un préstamo, con el tipo de interés muy bajo, el cliente se enfrentaba a los pagos sin grandes problemas. Pero las circunstancias se han modificado: la subida en los tipos y el incremento, por tanto, en los intereses del préstamo obligan al consumidor a asumir una deuda mayor que, en ocasiones, es incapaz de afrontar. Esta situación además ha traído un problema añadido: la depreciación del coste de la vivienda, que "suponía la máxima garantía contra la concesión de un préstamo. El cliente asumía un riesgo mínimo, aunque adquiría un endeudamiento elevado, al vivir por encima de sus posibilidades.
Extracto del articulo de la
revista consumer