Le pregunté a un joven empresario, de unos treinta años, qué tal le iba todo. Fue entonces cuando explotó. Valga decirlo: con una sonrisa. "Aquí hay que invertir en infraestructuras humanas. En mi sector, los justos estamos pagando la especulación y las malas prácticas de muchos que han hinchado la burbuja..." Aquí su frase sobre los chorizos. Le pregunto, claro, a qué sector se dedica. "Construcción. Empresa familiar. Y afortunadamente no hemos hecho las barbaridades habituales que ha habido en esta industria. Los que hemos hecho bien el trabajo no vemos ni veremos un euro."
Blog de Martí Saballs