Lanza una aplicación para dar financiación en menos de diez minutos.
Para los bancos, la información sobre el cliente es un tesoro muy preciado. Dichos datos son vitales para adelantarse a sus necesidades financieras con ofertas de productos a medida y calcular con precisión el riesgo que entrañan las operaciones. Cuanto más se conoce al cliente, más rentable resulta la relación con él.
Pero los datos de los clientes ya no son algo exclusivo de cada entidad financiera. Desde hace escasas semanas, ING Direct se adentra vía digital en las cuentas de clientes de otros bancos para ofrecerles crédito, una vez recibida la autorización del titular para hacerlo.
La filial española del banco holandés acaba de lanzar una ofensiva comercial para crecer en el crédito a pymes y autónomos, un segmento cada vez más atractivo en el actual entorno de tipos bajos de interés en el que todas las entidades se afanan por ganar o, al menos, mantener su cuota de mercado.
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