La capital española dispone de superficie para oficinas bien comunicada, con un nivel de rentas más bajo que el de sus homólogas europeas y con una excelente posición en los índices de calidad de vida. Además, España se sitúa como segundo país con mayor proyección de crecimiento del PIB.
La futura salida de Reino Unido de la Unión Europea como resultado de la votación del referéndum del pasado 23 de junio sobre el Brexit, ha provocado que muchos bancos de inversión hayan cuestionado la permanencia de sus sedes en la City y ha abierto la puerta a otras ciudades europeas a pujar con Londres para convertirse en el nuevo centro financiero europeo.
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