Los productos contratados y en vigor antes de la fusión no varían sus condiciones
Sea de un modo u otro, la cartera de productos suele variar bastante poco. Hasta que la fusión es operativa, proceso jurídico que puede alargarse durante unos seis meses de media, se mantienen sin cambios los productos de ambas entidades. Después, una vez que es efectiva la fusión, la entidad dominante es la que impone su política. En cualquier caso, todos los productos vigentes antes de la fusión mantienen sus términos. Si se trata de hipotecas, por ejemplo, una fusión no afecta de ninguna manera al usuario, ya que todas las condiciones están expresadas en la escritura del préstamo.
Los productos de pasivo, cuentas y depósitos, son los que pueden sufrir más cambios. En las cuentas a la vista, por ejemplo, las entidades pueden variar sus tipos de interés cuando quieran, aunque deben avisarlo a los clientes con un plazo mínimo de quince días. En el caso de los depósitos, el interés está garantizado hasta su vencimiento. No obstante, si son depósitos que pueden autorrenovarse a su vencimiento, la entidad puede modificar su interés en función de las condiciones del mercado o de su propia estrategia comercial.
Extracto del articulo de la
revista Consumer