Por primera vez en toda la crisis, uno de los tres indicadores clave del mercado inmobiliario se ha dado definitivamente la vuelta. Así, de las tres variables que definen la situación de este sector: precios, producción (oferta) y compraventas (demanda), la última es la que ha logrado cerrar el ejercicio con mejores resultados que 12 meses antes. Por ello, 2014 será recordado como el primer año de la crisis que ya no puede ser catalogado como annus horribilis.
Las cifras del Consejo General del Notariado a las que ha tenido acceso CincoDías certifican que por primera vez desde 2007, el año pasado se vendieron significativamente más casas que el anterior. En concreto, se formalizaron un total de 376.870 transacciones, lo que representa un incremento del 19,6% sobre las 314.951 operaciones de 2013, el año en el que se contabilizaron los peores registros de esta serie estadística, que se inicia precisamente en 2007, último año de bonanza económica. Un análisis de estos números revela que en 2010 y en 2012, de forma puntual, se vendieron más casas que en los años anteriores, coincidiendo con lo más duro de la crisis. Sin embargo, tal y como recuerdan los expertos, ello fue debido a los cambios fiscales que afectaron a la tributación de la vivienda en el IRPF (se suprimió la deducción por compra de la residencia habitual para las rentas más elevadas, medida que luego se convirtió en permanente para todos los contribuyentes sin excepción) y la rebaja del IVA que grava las casas de nueva construcción (fijado en el 4%) que después se situaría en el 10%.
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