Las pérdidas están afectando a todos los inversores en renta fija, que aún pueden detener estos movimientos si adoptan una serie de medidas para proteger sus ahorros.
Los mercados financieros han dado ya su primer aviso: este año será en exceso volátil y con serios riesgos para los ahorros. Pero el peligro no procederá de la renta variable, sino de la fija: los bonos han caído con una virulencia inusitada (en torno al 6%), arrastrando a los fondos de inversión basados en este activo financiero. Durante las últimas semanas, el valor de sus participaciones ha sufrido caídas de entre un 4% y 7% en pocos días, en función de las carteras diseñadas por las gestoras. No obstante, los inversores todavía están a tiempo de frenarlo y proteger sus ahorros, siempre que sigan unas pautas de actuación. Como se explica en las siguientes líneas, las medidas deberán basarse en reorganizar sus carteras de fondos y adaptarlas a los movimientos que generan los mercados financieros.
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