“El cliente es lo primero”. “Nuestra razón de ser son los clientes”. Expresiones como estas son comunes en las campañas de publicidad de las entidades financieras o en sus informes anuales de responsabilidad social corporativa. En la práctica, según confirman los datos estadísticos, esta vocación de servicio se diluye como un azucarillo cuando surgen problemas. Los bancos suelen mirar para otro lado en el momento en el que les llegan las reclamaciones de sus clientes, incluso cuanto las quejas cuentan con el aval de los supervisores financieros.
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