Buena parte del sistema financiero ha elevado en los últimos meses el coste de algunos de sus servicios.
La subida de las comisiones bancarias se ha convertido en una práctica habitual para las entidades financieras. Durante los últimos meses, la banca ha utilizado este recurso para compensar la caída de sus márgenes y el descenso de la actividad crediticia. Ahora, en medio de varios procesos de fusión, las entidades han decidido volver a la carga creando nuevas comisiones y engordando otras que ya tenían fijadas.
BBVA, que elevó a principios de año la comisión por sacar dinero en un cajero de la red Servired que no sea del propio banco, envió una carta a sus clientes hace unos días en la que explicaba que a partir del próximo 15 de diciembre la comisión anual de mantenimiento de cuenta ascenderá a 36 euros anuales para importes inferiores a 999,99 euros y a 30 euros a partir de 1.000 euros. El banco también subirá el coste de las transferencias ya que cobrará entre un 0,25% y un 0,50% del importe del traspaso de dinero con un mínimo de 6 euros para las que sean de carácter urgente. Asimismo, las transferencias con datos insuficientes o incorrectos llevarán una comisión adicional tanto para el emisor como para el receptor de 15 euros.
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