Telefónica ha fijado el dividendo con cargo a los resultados de 2015 en 0,75 euros por acción en efectivo, pero condicionado a la venta de su filial británica O2 a Hutchison.
La operadora están pendiente de las negociaciones entre Hutchison y la Comisión Europea para cerrar la venta de O2. La duda es, si las condiciones que exija Bruselas, son tan duras que lleven a Hutchison a suspender la compra de la compañía, operación valorada en 10.250 millones de libras (13.500 millones de euros). En este caso, Telefónica se podría replantear la entrega del dividendo para mantener controlada su deuda.
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