por GabrielCobi
Los buitres y las demás aves carroñeras, siempre han estado mal vistas por la sociedad y señaladas como pájaros de mal agüero, compañeros de la dama de la guadaña. Es curioso que su labor absolutamente necesaria se haya tachado como algo malo y denunciable, hasta hace bien poco ha sido un ave completamente incomprendida. El hecho de tratar a estos animales como parias es propio de la tradición judío-cristiana de la que bebe toda la civilización europea. Señalada en el antiguo testamento como ave impura y símbolo de la avaricia.
Pues bien, yo quiero ser un buitre. Un buitre dentro del ciclo de vida del capital. Me encantaría ser uno de esos fondos de capital riesgo que se dedican a comprar empresas en suspensión de pagos o directamente quebradas para intentar sacar un rendimiento de ellas al despiezarlas y venderlas por partes.
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