Cuando apenas resta un mes para que acabe 2014, el sector inmobiliario ya sabe y, por ello no lo oculta, que este ejercicio será el primero de los últimos siete en el que el balance no será peor del anterior. Todo apunta a que por ahora ya no se esperan más annus horribilis para un mercado que después de haber vivido el boom de precios y actividad más duradero de la historia reciente, también ha sufrido un desplome impensable. Baste recordar dos datos: de más de 860.000 viviendas iniciadas en 2006 se ha pasado a apenas 34.200 el año pasado. Y el segundo: los precios acumulan un ajuste medio del 30,7% desde que tocaron máximos, allá por finales de 2007 o principios de 2008, según las estadísticas.
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Infografías - Evolución histórica del mercado inmobiliario