2016 no ha supuesto una mejora de la situación de los depósitos a plazo fijo. Todo lo contrario, pues su rentabilidad cae mes tras mes hasta situarse en marzo en un 0,29% de media, la peor cifra de los últimos 13 años, según el Banco de España. Esta circunstancia se ve agravada por el último paquete de medidas impuesto por el Banco Central Europeo (BCE), que rebajó los tipos de interés oficiales hasta el 0% y disminuyó también la facilidad de depósito. Los españoles parecen haber perdido la confianza en este clásico del ahorro cuyo saldo vivo se redujo en 57.000 millones de euros entre marzo de 2015 y marzo de 2016. Pero, ¿de verdad es el fin de este producto bancario? En este artículo se aborda esta cuestión, además de analizar otras alternativas y dar consejos para quienes opten por lanzarse a invertir.
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