Para ser el casero de una oficina en la Castellana de Madrid o en la Diagonal de Barcelona no hace falta figurar como propietario. Beneficiarse de las opciones que brinda el alquiler es posible también a través de los vehículos de inversión inmobiliaria que se crearon hace una década y a los que tiene acceso cualquier inversor en la bolsa. Estas empresas cotizadas, conocidas bajo el acrónimo de
socimi, han revolucionado el sector inmobiliario español y, tras unos años muy complicados, vuelven a convencer a muchos expertos.
elEconomista