Pagar una vivienda al contado
Articulo en consumer.es
La compra de un piso al contado evita pagar las comisiones y los intereses de un préstamo, aunque los beneficios fiscales son menores
Como señalan desde la Asociación Hipotecaria Española (AHE), los gastos e impuestos que genera una compraventa (notario público, Hacienda, tasación y tramitación de documentos, entre otros) suponen entre el 7% y el 8% del valor del piso. De este modo, si una persona quiere comprar un inmueble que cuesta 100.000 euros, deberá contar con otros 8.000 para cubrir esos gastos iniciales. Hay que tener en cuenta que la constitución de una hipoteca suele costar entre el 1% y el 2% del precio del inmueble. Se trata de una comisión de apertura que incluye los gastos de estudio y tramitación del préstamo
Dicho esto, ¿qué gastos se ahorra una persona si evita recurrir a un préstamo hipotecario? En principio, la comisión de apertura y los intereses mensuales que haya pactado con la entidad.
La cifra total que se acabará pagando al banco en concepto de intereses depende de muchos factores, desde el tipo del interés elegido y su porcentaje, hasta el plazo fijado para amortizar el préstamo. No obstante -y en términos generales-, se estima que el cliente terminará pagando casi el doble de lo que solicitó. La idea, cuando menos, resulta sobrecogedora, aunque no significa que los intereses de la hipoteca de un piso sean iguales al valor del inmueble. Los intereses son menores, en primer lugar, por una razón legal, ya que un préstamo hipotecario no puede cubrir más que el 80% del coste del piso. En segunda instancia, por una razón netamente económica: la depreciación del dinero
Pagar una vivienda al contado
La compra de un piso al contado evita pagar las comisiones y los intereses de un préstamo, aunque los beneficios fiscales son menores
En principio, comprar un inmueble al contado significa ahorrarse la comisión de apertura de la hipoteca, los intereses derivados del préstamo y el estar pendientes de una deuda durante un largo período de la vida. Aunque todo son ventajas, conviene tener en cuenta que la persona que pague al contado un piso nunca desgravará tanto dinero como con un crédito hipotecario.
Estos préstamos permiten deducir impuestos todos los años, pero la inversión al contado, en cambio, deduce hasta cierto punto y no más. En concreto, se desgrava el 15% del valor del inmueble en la declaración correspondiente al año en que se efectuó la compra, siempre y cuando ese valor no supere los 9.036 euros. En el caso de un piso tasado en 184.000 euros (cuyo 15% equivale a 27.000), sólo se podrían deducir esos 9.036 euros. Si se comprara mediante una hipoteca, los dos primeros años podría desgravarse el 25% de los primeros 4.518 euros y el 15% del excedente hasta alcanzar los 9.036 euros. El resto de los años, hasta acabar de pagar la deuda, se deduciría el 20% de los primeros 4.518 euros y el 15% del resto, hasta llegar al tope fijado por ley
Cuestión de números
Si bien no existe un método infalible, sí es recomendable la búsqueda de un punto intermedio. Por ejemplo, que el préstamo hipotecario solicitado sea del 50% del valor del inmueble. Las personas que dispongan de capital para comprar un piso, pueden pagar una mitad directamente y financiar la otra. Eso permitiría reducir el monto de las cuotas o el plazo de amortización y, al mismo tiempo, deducir un porcentaje de los impuestos todos los años.
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