¿En qué se diferencia un banco de una caja de ahorros?
El principal rasgo que distingue a unos y otras es el fin al que van a parar sus beneficios anuales
Las cajas de ahorro nacieron en el siglo XIX por orden ministerial como instrumento para fomentar el ahorro de las clases populares y combatir la usura compitiendo con quien la practicase. No son, por tanto, en su esencia, sociedades con ánimo de lucro. Con el paso del tiempo, esta particularidad se reguló por ley, de modo que las cajas de ahorro están obligadas a destinar sus beneficios anuales a reforzar su solvencia y futuro económico -lo que comúnmente se conoce como "reserva"- y a atender las necesidades sociales -dinero para obra social-.
En el año 2007, el porcentaje que fue a parar a las reservas de las cajas de ahorro de España alcanzó el 82% de sus beneficios, mientras que el 18% restante estuvo dedicado a sus obras sociales.
Otra de las cuestiones que distingue a un banco de una caja es el modelo de gestión empleado por cada uno:
* Las cajas de ahorro, al ser sociedades sin ánimo de lucro, no tienen propietarios sino gestores. Además, no cotizan en Bolsa por lo que no pueden ser adquiridas por capital privado.
* Los bancos, por su parte, son dirigidos y gestionados por un consejo de administración elegido por su junta de accionistas.
En la actualidad tanto los bancos como las cajas de ahorros atienden al mismo perfil de cliente. Lo más acertado es comparar lo que ofrecen tanto bancos como cajas, así como las condiciones en que lo hacen, y decidirse por la entidad que más convenga a los intereses del consumidor, pensando más en las condiciones de cada organización que en su carácter de banco o de caja de ahorros.
Extracto del
articulo de la revista Consumer